Tanto si eres friolero como si tienes algún tipo de problema muscular, te hace falta una manta eléctrica. Para ayudarte a elegir el modelo que mejor se adapta a tus necesidades, a continuación te ofrecemos una selección de los mejores modelos y una completa guía de compra para que puedas elegir con más facilidad.
¿Qué necesitas saber?
Las mejores mantas eléctricas
Daga N
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Hace ya años que tengo esta Esterilla Eléctrica Daga, y anteriormente tuve otra que ya no recuerdo ni su marca. Pero la verdad, jamás la había usado tanto como este año, y es debido a una fuerte lumbalgia que me tiene martirizada.
Llevo ya cuatro semanas y esto no parece querer irse por ninguna vía. Dos cajas de inyecciones de incitan, paracetamol, ibuprofeno, nolotil… Y por supuesto, todas las noches con la esterilla puesta.
La pongo en el número cuatro que es la máxima potencia que tiene, después la bajo al 2 y, cuando ya veo que voy a dormirme, la bajo al 1, para que me de calor toda la noche, pero sin peligro de quemarme, por supuesto.
Tengo que decir que de no ser por la Esterilla Eléctrica Daga, aún lo hubiera pasado peor, pues era ponerme sobre ella, y el calor que me daba, era como un bálsamo, notaba enseguida el beneficio que le hacía a mi cuerpo. El dolor parecía que se aminoraba. Claro que no ha sido milagrosa, pues de lo contrario no estaría yo todavía como estoy, pero sí que ha sido un gran alivio.
Cuando noto algún dolor en la espalda o las cervicales, también me la pongo y siempre me ha sido efectiva. Esta vez parece la cosa más seria, pero con todo, ya he dicho del gran alivio que me ha proporcionado.
El tamaño es perfecto, pues tanto que sea zona más pequeña, como más grande, te cubre siempre la zona a tratar. En cuanto al termostato es de fácil manejo, ya que tanto hacia un lado u otro, se puede regular sin problema en sus cuatro posiciones. La potencia es más que suficiente, pues al ponerla al máximo, apenas si la puedes aguantar unos pocos minutos. Es preciso volver a regularla de nuevo para bajar su temperatura. Ahora bien, en su punto más bajo, no hay problema, sólo notas un ligero calor que te mantiene aliviada y nada más.
Por otra parte, sus fundas son perfectamente lavables, cosa que es bastante natural y conveniente. No encojen ni se deforman, y son muy fácil de poner o quitar la almohadilla en sí. Pero como vienen dos, una puesta y otra de repuesto, no hay problema de tener que lavar y que se quede sin protección la almohadilla.
Otros usos que se le puede dar a a esta Almohadilla Eléctrica Daga, son por supuesto en cualquier otra zona del cuerpo o extremidades que puedan daros algún problema de dolor debido alguna inflamación o contractura. Pero en el invierno, es muy agradable ponerla un poquito antes de irse a la cama; después encontraréis la cama mucho más calentita y agradable.
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Daga L2
Es bastante más grande que una esterilla convencional (46×34 cm). Tiene 4 temperaturas, para poder seleccionar la más adecuada a cada uso y cada persona. Esto se hace a través de un mando que tiene en el cable de alimentación que tiene un selector deslizante con 6 posiciones, cuatro para las cuatro temperaturas y dos para apagarla. Muy intuitivo y muy fácil de utilizar en la oscuridad.
Respecto al acabado exterior, tiene una funda que se puede quitar y es lavable, en algodón. Los estampados bastante feos, para que nos vamos a engañar: flores, cuadros, etc. Viene además con una funda plástica para evitar que se moje, supongo que con el sudor. En condiciones normales no parece necesaria, pero supongo que en algún caso puede tener su utilidad.
Beurer HD90
La manta eléctrica Beuer HD90 corresponde a una línea de productos dedicado a calentar mediante el contacto directo con el cuerpo. Este modelo es para uso individual en cama de 80 ó 90 cm y sobra trozo por los lados. Tiene un color bastante sufrido, un tono hueso, el cual no es difícil de combinar con nuestra ropa de cama. De todas formas, como se suele colocar entre la sábana y la colcha/manta, no suele estar a la vista.
Dispone de un mando que mediante un cable conecta la manta al enchufe. Desde este mando podemos controlar el nivel de calor que queremos que tenga la manta según lo frioleros que seamos ya que dispone de 6 niveles de temperatura. Una vez establecemos el nivel deseado, la manta se encarga de mantener este calor mediante un termostato interno; es decir que no calienta siempre al nivel 6 hasta que nos achicharremos sino que va compensando el calor que irradia sobre el nivel 6.
Por otro lado, tiene un sistema de seguridad que apaga la manta eléctrica automáticamente a las 3 horas para evitar sobrecalentamientos, para volverse a encender más tarde cuando ésta se ha enfriado.
Tiene una potencia de 100W, relativamente poco para la gran sensación de calor que ofrece. Creo que es la opción más económica para dormir calentito si no tienes calefacción o calefactor. Consume muy poco comparado con otro tipo de calefacciones, radiadores, y demás componentes de calefacción. De cara al próximo invierno, estoy pensando en comprarme una de tamaño grande y usarla en la cama de matrimonio, y así ahorrar calefacción de noche.
Daga NC
Es una almohadilla eléctrica para el cuello, que emite calor y alivia de esta manera los dolores musculares. Se compone de dos piezas: una de ellas es la propia almohadilla, de la que salen un cable que finaliza en enchufe, así que lo tenemos que conectar a la corriente. Aproximadamente a medio metro del inicio de este cable nos encontramos con el mando donde elegiremos la temperatura, el tiempo y donde está el botón de encendido o apagado. La otra parte es la funda de la almohadilla de color verde, que se cierra con velcros.
Metemos la almohadilla dentro de la funda, enchufamos la almohadilla, y accionamos el botón que la enciende. Solo hay que moverlo hacia arriba suavemente, casi ni se nota, y estará ya la almohadilla encendida.
Luego elegimos la temperatura. En el mando hay dos botones: uno con el símbolo de un termómetro y el otro con el de un reloj de arena. Encima de ellos veremos números del 1 al 4 y la inscripción 45′, 30′ o 90′, respectivamente.
Elegiremos la temperatura y el tiempo, pulsando los botones. Por cada «click» se encenderá un led azul que indica la opción elegida. Estas lucecitas, lo malo que tienen es que me parecen demasiado potentes, y a veces algo molestas. Hay que saber también, que cuando pasan 45 minutos, por precaución la temperatura vuelve al nivel 1, independientemente del lugar en el que estuviera.
Para utilizarla, tenemos que colocarla alrededor del cuello y cerrarla con el velcro. Para que os hagáis una idea, queda como si tuviéramos puesto un babero del revés. El mando nos queda bien a mano para poder accionarlo cuando necesitemos y el cable es lo suficientemente largo como para que no nos moleste.
La colocación es cómoda según cómo nos encontremos. »’Si estamos sentados, es cómodo, ya que queda totalmente encima de la zona cervical, pero si nos queremos tumbar, ya es otro cantar, porque al llevar solo ese pequeño velcro para cerrar, se acaba colocando de cualquier manera y puede que no nos llegue el calor a la zona deseada»’. Además, como es tan cortita (lo suficiente para cerrar en el cuello sin molestia pero nada más), no hay más opciones de uso. Es decir, si tenemos una molestia en la parte alta de la espalda, para la que podríamos usar esta almohadilla, tendremos que usarla en tal caso sin abrocharla. Y la mejor (más aún, diría que la única) forma de hacer eso es estando tumbados y dejando la almohadilla encima de la espalda.
Está claro que solo está pensada para la zona cervical, y no por ello debería ser mucho más grande ya que para la zona lumbar u otras zonas, hay otras almohadillas específicas, pero sí que podría haberse pensado un poco más en el hecho de que de este modo queda muy limitada. Ya no hablo de la zona lumbar, pero una molestia un poco más allá del cuello ya no la podremos solucionar debidamente con esto.
Al encenderla y elegir el calor adecuado, vamos a notar que se calienta bastante rápido. No obstante nos indican, y es necesario hacerlo al menos en principio, esperar 5 minutos antes de poner más calor, ya que puede tardar ese tiempo en calentarse totalmente. Tarda menos que eso, pero al primer uso sí que lo veo bien como medida de precaución ya que no sabemos qué nivel de calor va a tener. Después de haberla usado ya podemos ir directamente al nivel que queramos sin miedo a que nos resulte demasiado. Yo siempre la suelo usar en el nivel 3, que da bastante calor y a mi me resulta suficiente.
Lo que notamos es un calorcito muy agradable. No quema en ningún momento, y la funda resulta muy suave y nada incómoda.
Me gusta además que tenga temporizador, ya que así podemos ponerle el tiempo que queremos, y se apagará sola sin problemas. De hecho, es un gran punto a su favor, porque nada más ponerla en el cuello, con el calor notaremos un adormecimiento casi instantáneo. Si decidimos echarnos una cabezada (eso sí, cuidado con las malas posturas, no vaya a ser peor el remedio que la enfermedad), podemos hacerlo tranquilos sabiendo que se va a apagar ella sola al tiempo debido y que no estará encendida sin control.
Y lo realmente importante… ¿cómo actúa ante las contracturas? No hay nada milagroso, pero es un alivio importante. Según como sea de grave la contractura o dolor, puede que tengamos que recurrir a otras medidas, pero para casos que no sean graves supone un buen alivio. Yo la estuve usando unos días para una contractura en el cuello, derivada de una mala postura al dormir. Un día me levanté con un dolor tremendo en la parte alta de la espalda, justo en la zona donde actúa esta almohadilla. Así que decidí probarla, ya que la tenía en casa desde hacía unos meses pero yo no la había necesitado hasta ahora. El alivio fue importante, ya que después de una exposición al calor de una media hora aproximadamente, el dolor había remitido considerablemente. Con un tratamiento diario durante el tiempo necesario, el dolor va remitiendo. No obstante, como ya antes adelantaba, no hay nada milagroso, y el calor para estas pequeñas lesiones es bueno, pero si la contractura o color continuara, puede que necesitemos más ayuda que un poco de calor.
No obstante, valorando la función que hace la almohadilla, tengo que decir que la hace muy bien, siendo un alivio para esos dolores musculares leves, y siendo de gran calidad. En mi casa se lleva usando unos meses y va perfectamente.
Qué tener en cuenta al comprar una manta eléctrica
Niveles de temperatura
Es importante que la manta eléctrica que compres tenga varios niveles de potencia, concretamente un mínimo de tres niveles aunque a partir de cuatro es lo ideal.
Cuantos más niveles de potencia tenga el mando, mejor podrás dosificar la temperatura que aplicas al cuerpo. Si compras una que solo tenga dos o tres niveles, al final hay mucha diferencia de temperatura entre cada modo y eso podría ser molesto ya que nos quedaremos cortos de calor o nos pasaremos.
Tipos
Es importante que escojas el tipo de manta eléctrica que mejor funcione para la necesidad concreta que estás buscando.
En el mercado actual tendremos estos tipos:
- Almohadillas térmicas
- Calientacamas y mantas térmicas
- Almohadilla térmica cervical
- Almohadilla térmica cervical dorsal: cubre toda la espalda y cuello, con una sola pieza.
- Almohadilla térmica lumbar: para la zona lumbar.
- Almohadilla espaldar: que cubre toda la espalda.
- Feetcare: donde se encuentran botas, zapatillas y alfombras térmicas.
Como puedes ver, el abanico es bastante amplio y conviene elegir bien para no equivocarse.
Protección contra calentamiento
Esto es que tiene un sensor de seguridad que impide que el aparato se estropee por un sobre-calentamiento.
Desconexión automática
Muchas mantas eléctricas del mercado ofrecen un programa de desconexión automática tras 90 minutos. Esto viene de la misma función de apagado que acabo de comentar, no sólo protege al propio aparato, sino que también protege a la persona que se pone la manta para que no se queme o no le pase nada porque se pueda producir un cortocircuito por calentarse demasiado la manta.
Funda extraíble y lavable
A ser posible de algodón 100%, por una simple cuestión de higiene, ya no el hecho de que en una casa la pueda usar más de una persona, lo que sería poco limpio si no se pudiese lavar, es que aunque lo use una sola persona siempre al poder sudar debido al calor y puede ser no muy higiénico. Lo de ser de algodón es que para que la piel pueda transpirar aún teniendo la manta encima, supongo que también por la misma cuestión de la higiene.
Cable desmontable
Muy útil para poder lavarla. Simplemente tiramos y el cable sale con facilidad por lo que es mucho más cómodo incluso para guardarla.
Potencia
Las mantas eléctricas suelen tener una potencia de alrededor de 100W. Eso es más que suficiente para la mayoría de casos aunque si compras una manta para zonas muy concretas como las cervicales, puede que la potencia sea menor ya que el área de contacto es muy pequeña y 100W podría llegar a ser excesivo.
Tamaño
El tamaño de la manta eléctrica dependerá un poco de nuestras necesidades. Las tenemos para cubrir camas de matrimonio o pequeñas para una superficie de nuestro cuerpo como la espalda o los riñones.
También hay mantas con una forma específica para colocarlas en zonas como el cuello, así quedará siempre en la postura correcta y no se caerá con el movimiento. La pega de estos modelos es que sólo podremos utilizarlas para la zona para la que han sido diseñadas.
Marca
La manta eléctrica es un dispositivo que se calienta y eso entraña riesgos. Para evitarlos, apuesta sólo por marcas de calidad como Ufesa, Beurer o Daga entre otras conocidas. Aunque pagues un poco más, te aseguras que han pasado todos los controles de calidad pertinentes y cuentan con mecanismos de seguridad para evitar sobrecalentamientos o para apagarse automáticamente transcurrido un tiempo determinado.
No escatimes en apostar por una marca de calidad.
Beneficios del calor y aplicaciones
Las aplicaciones de la manta varian según cada persona y sus objetivos, podemos usarla simplemente para calentarnos en invierno o para relajarnos, o darle un uso más específico para la mejora de la salud gracias a los efectos del calor, sobre todo en patologías como lumbalgias, cerviclagias, dolores musculares, procesos reumáticos y gotosos, contracturas y espasmos musculares, enfermedades del aparato respiratorio (asma, bronquitis,….),….
Y podemos darle ese uso dirigido a la mejora de la salud, gracias a los muchísimos efectos que proporciona el calor, entre los que destacan:
- Efecto de relajación que se produce a nivel muscular, con lo que disminuye el dolor y aumenta nuestra satisfacción.
- Mejora de la circulación de la zona que se trata, y es quizá el efecto más importante, ya que gracias a él se produce: disminución del dolor, acción antiinflamatoria y bactericida, aumento de los procesos de reabsorción de los productos patológicos (con lo que evoluciona con mayor rapidez el proceso de curación o simplemente la reducción de los síntomas)….
- Efectos beneficiosos sobre otros aparatos o sistemas, como el respiratorio o el aparato urinario (en este en concreto el efecto del calor es un aumento de la producción de orina, es decir, de la diuresis……por ello, hay que llevar cuidado y evitar el uso de la manta si padecemos de algún tipo de incontinencia),o sobre el aparato digestivo (aumenta los procesos de digestión,….).
- Efectos psicológicos: esa relajación producida por el calor nos ayudará a combatir el estrés tras un día duro, o también el cansancio.
Cómo se usa una manta eléctrica
La forma de usar la manta eléctrica es bien sencilla y conocida por todos. Solamente hemos de colocar la manta sobre la superficie en la que nos vamos a poner (cama, sofá, silón,….) y tras ello acostarnos encima (eso sí, s recomendable colocar algo entre la manta y nosotros o la zona a tratar, tal como una sábana o algo similar ,que deje pasar el calor y a la vez evite el entrar en contacto directamente con la manta, ya que puede llegar a producir quemaduras… sobre todo hay que tenerlo en cuenta con personas que tengan la sensibilidad muy baja o la tengan alterada, tales como ancianos o personas con alteraciones neurológicas).
Para evitar el problema anterior, la mayoría de mantas eléctricas de la actualidad vienen con una funda de algodón con cierto grosor que evita al 100% ese problema.
Respecto al tiempo de colocación, no es recomendable usarla durante mucho tiempo, ya que los efectos producidos por el calor aparecen en poco tiempo, hablamos de una media hora e incluso menos (lógicamente también variará según cada persona y su sensibilidad, y también la patología que padezca….pero en general no hay que usarla de manera prolongada…..es mejor ponérnosla poquito tiempo pero todos los días, y notaremos pronto sus beneficios).
Cómo limpiar una manta eléctrica
Para limpiar la almohadilla, antes de nada hay que desmontarla (extraer el cable si es posible) y por supuesto tiene que estar totalmente fría.
Hay que lavarla a mano y con cuidado. La funda de la almohadilla hay que limpiarla en seco, y por supuesto ante la más mínima duda de que pueda estar húmeda no debe enchufarse.
En el manual de instrucciones encontrarás los pasos a seguir en el caso de que necesite limpiarse por lo que te recomendamos encarecidamente que lo consultes para evitar problemas, tanto en el tejido como por seguridad.
Precauciones que debes tener
Estas son algunas de las precauciones que hay que tener en cuenta en el funcionamiento de la almohadilla que nos dan con el propio producto:
- No hay que dejar la almohadilla en funcionamiento si no se está usando, evidentemente se puede calentar, aunque tenga los sistemas de seguridad que tiene no vale la pena forzar la máquina, además hay que ser un poco ecológicos y no tiene mucho sentido ese gasto de energía.
- Mejor no dormirse con ella puesta aunque tenga autoapagado, un poco por lo mismo que comentaba arriba.
- Si se usa mucho tiempo y a mucha temperatura puede acabar quemando la piel, así que con precaución, yo la verdad es que no la veo tan potente como para eso, pero si lo pone en las instrucciones el fabricante debe tener sus motivos.
- No hay que usarla si está mojada o en sitios como el baño, eso quizás sea lo más importante porque esto puede ser algo muy peligroso de verdad para la persona que lo use, porque puede llegar incluso a electrocutar a la persona que intente usarla mojada.
- Antes de guardarla mejor hay que dejarla enfriar y después ya doblarla bien y meterla en la caja.
- La almohadilla no hay que secarla en la secadora ni plancharla porque puedes romperla.
Opiniones sobre la manta eléctrica
Como ya he ido diciendo durante toda la opinión, ha sido una compra con la que estamos muy contentos.
Me gusta mucho el que tenga auto-apagado después de estar con ella puesta durante bastante tiempo, porque aunque yo no soy de las que se duerme con ella puesta, pero por si pasan estas cosas me parece una función muy útil la verdad, tanto por la seguridad de la persona que usa la manta, como por la seguridad de la propia manta.
El color es algo sufrido, porque al ser blanco a la mínima de cambio se ve más suciedad, pero su limpieza es relativamente sencilla, eso sí, hay que tener mucho cuidado con que esté fría, y una vez lavada hasta que no está seca del todo no hay que volver a usarla, sobretodo hay que tener cuidado con eso, porque es lo que realmente puede ser mucho más peligroso.
También está bien el que tenga tres niveles de temperatura diferentes, yo suelo ponerla al máximo, pero si se nota que quema más de la cuenta es tan fácil como bajarla algún nivel, por eso es importante no quedase dormido, por ejemplo.
Una compra totalmente recomendable tanto si eres friolero como si tienes algún dolor muscular y te han recomendado aplicar calor en la zona para aliviar el dolor.
Ingeniero de Telecomunicaciones y probador incansable de productos, trato de descubrir lo bueno y lo malo de cada cosa que pruebo. Los textos que encontrarás en esta web han sido escritos por muchas personas contando su experiencia con el producto en cuestión, la web no se responsabiliza de la exactitud, lo actualizado que está su contenido y las opiniones vertidas en los textos.