Os voy a contar mi experiencia con el objetivo Canon EF 70-300mm f/4-5.6 IS II USM.
Canon tiene numerosas ópticas con esta distancia focal. Las hay bastante más caras (recuerdo una de cuerpo en color crema que era prácticamente más cara que los cuerpos buenos de la cámara) y mejor presentadas, pero esta no está nada mal.
Encaja a la primera en el cuerpo -sólo faltaría que no- y tiene un tacto bastante sólido. En cuanto a ajustes, no tiene nada especial: anillo de enfoque manual, anillo de zoom… y un pequeño adaptador de rosca por si quieres utilizarlo con un monopie. Toda una declaración de intenciones de que esto es un objetivo bastante serio, algo más que para aprender.
¿Qué necesitas saber?
Funcionamiento del 70-300
Fijamos el objetivo y… a disparar con una D5! La primera sorpresa positiva viene por la velocidad de enfoque. Ya se sabe que cuanto más recorrido tiene una óptica, más ‘perezosa’ suele ser para enfocar. En este caso es francamente rápida en modo automático y se comporta muy bien a pesar de tener 230 milímetros de recorrido focal.
También sorprende para bien la luminosidad si apuras hasta el 300. Cuanto más larga es la distancia focal, más luz se pierde por el camino, y eso no hay marca que lo haya logrado evitar. En este caso Canon, aun sin irse al tope de gama, responde muy bien. Con una sensibilidad 100 ISO no tienes el más mínimo problema con la luz del día.
Eso sí, para tirar en zonas de sombra. (bosque denso, cuando la probé) no viene nada mal subir la sensibilidad a 200 o sacrificar un poquito la velocidad de obturación para obtener algo más de luminosidad.
Respecto al tacto de los anillos, el del zoom va francamente bien y es muy preciso. El del enfoque manual ya te vuelve un poco más loco porque es muy suave, y después de haber echado el ojo durante un buen rato hasta conseguir el enfoque bueno, un roce descuidado te hace sacar tus peores juramentos. Cuestión de acostumbrarse… que tampoco es que sea un enfoque malo, de hecho me gusta más que el de mi Olympus 35-150.
Calidad – precio
A partir de los 400 euros todo da un poquito de miedo, pero la fotografía es un vicio muy caro. Por eso los cerca de 500 euros que cuesta resulta un precio elevado pero no abusivo si lo comparamos con otros ‘juguetes’ similares. Os he dejado ofertas para que podáis conseguirlo más barato hoy.
La calidad, como he dicho anteriormente, es más que aceptable y permite hacer trabajos semiprofesionales y, con algo de arte, profesionales del todo. La imagen es muy nítida incluso ‘exprimiéndolo’ a tope y no se traga la luminosidad como otros similares.
La marca es suficientemente conocida y es fácil encontrar el producto. Otra cosa es repararlo, que ya sabeis que siempre hay que enviarlo a no-se-donde y entre transporte y cualquier chorradita te cobran la vida. Pero eso ocurre con cualquier marca y no todas están tan ‘a mano’ como Canon.
En conclusión, lo recomiendo como complemento original a las nuevas digitales de Canon… si puedes permitírtelo. Su amplio rango te permitirá sacarle mucho jugo.
Ingeniero de Telecomunicaciones y probador incansable de productos, trato de descubrir lo bueno y lo malo de cada cosa que pruebo. Los textos que encontrarás en esta web han sido escritos por muchas personas contando su experiencia con el producto en cuestión, la web no se responsabiliza de la exactitud, lo actualizado que está su contenido y las opiniones vertidas en los textos.