Os voy a comentar mi experiencia con el objetivo Canon 17-55 mm, que me compré hace un par de meses para mi cámara reflex Canon.
Canon ya disponía de diversos objetivos zoom de rango corto, en distancias focales que cubrían distancias focales de entre unos 17 y 85 mm. Sin embargo, con este objetivo zoom ha conseguido cubrir las necesidades de muchos fotógrafos, que buscábamos un angular de gran calidad que a la vez tuviera suficiente apertura de diafragma. Encaja en todas las réflex Canon EOS con montura EF-S.
Hay que tener en cuenta que estas cámaras tienen un sensor más pequeño que la película de 35mm de las réflex analógicas, lo que hace que posean un factor de multiplicación 1.6x. Esto significa que la DISTANCIA FOCAL 17-55mm equivaldría a un 27.2-88mm de los de antes en este tipo de réflex digitales, lo cual sigue estando muy bien.
Dispone de la conocida tecnología IS de Canon, un ESTABILIZADOR DE IMAGEN que compensa las pequeñas vibraciones que se producen (al sostener la cámara a pulso, por ejemplo) y que permite obtener unas fotografías realmente nítidas. En teleobjetivos puede significar no necesitar trípode en según qué situaciones; en rangos cortos como el que nos ocupa, se traduce en una mayor calidad de imagen. Tenía ciertas dudas cuando lo compré (no estaba seguro de si merecería la pena en un gran angular), pero he de decir que sí se nota.
La característica principal por la que me decanté por este objetivo frente a otros es su GRAN LUMINOSIDAD. Apertura de diafragma f2.8 a lo largo de todo el rango, gracias a la cual es posible trabajar en casi cualquier condición de luz sin tener que recurrir a ISOs altas que siempre introduce algo de ruido en las fotos. Lo habitual es que a medida que crecen las distancias focales se reduzca la luminosidad del objetivo, por eso destaca éste, por mantener la apertura hasta los 55mm.
También posee otras características de objetivos similares, como el motor de autofocus USM, muy rápido y realmente silencioso
Pasemos a las desventajas. La primera y la que más duele, el PRECIO. Yo lo conseguí relativamente «barato» en Amazon, por 650. Sin embargo, hay que tener en cuenta que estamos hablando de un objetivo de primera calidad, utilizado por aficionados y profesionales, por lo que aunque implica un desembolso importante, no me parece excesivamente caro (por supuesto, depende de las necesidades de cada usuario). Os he dejado una oferta justo encima de este párrafo para que lo compréis lo más barato posible.
La segunda es su TAMAÑO y PESO, que sin ser excesivos, pueden ser un inconveniente para los que estén acostumbrados a equipos ligeros. Sin embargo, aunque con 645g pesa más que mi cámara 400D, el conjunto sigue siendo bastante manejable y enseguida te acostumbras. Casi veo más inconveniente en sus 110mm de largo: al ser tan largo produce sombra en fotos tomadas con el flash incorporado de la cámara, con lo que tendré que empezar a ahorrar para pillar un buen flash externo.
Por último, no estaría mal que incluyese parasol 🙁
Resumiendo, recomiendo este objetivo a todos aquéllos que se lo puedan permitir. Es una tontería gastarse mucho dinero en una cámara para después usarla con un objetivo mediocre. Muchas veces por intentar ahorrar dinero se acaba pagando dos veces, por eso preferí gastarme el dinero directamente en un cristal de primera clase, y lo cierto es que no me arrepiento lo más mínimo!
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