Siempre me ha gustado la música. Es raro el día que no escucho más de 10 horas mis canciones y playlist favoritas así que, con el paso de los años, poco a poco he ido buscando mejor sonido, siempre adaptándose a mi presupuesto.
Durante todos esos años he pasado por todo tipo de auriculares y conjuntos de altavoces hasta que un día llega un amigo y te ofrece escuchar música sin compresión en unos Martin Logan alimentados por un amplificador Primare y, ese día, te das cuenta de que durante todos estos años te has perdido muchas cosas de las canciones que has escuchado, claro, que estábamos hablando de un conjunto que supera los 12.000 euros por lo que tampoco era realista para mí.
Yo escucho música mientras trabajo, en mi mesa de generosas dimensiones (que dentro de poco será más grande para hacer hueco a las nuevas incorporaciones). Me animé y hace 5 años compré unos Bose Companion 50…gran error del que no he sido consciente hasta hace poco. Yo pensaba que sonaban bien pero de nuevo, un día me compro unos auriculares B&W y te das cuenta, otra vez, de que te estás perdiendo todos los matices. De que hay frecuencias que ensombrecen a otras y de fondo hay un grave que retumba y lo notas, pero carece de definición y lo que es peor, se lleva por delante todo lo que tiene por encima.
Es ahí cuando decido renovar mis altavoces de trabajo y comienza mi búsqueda activa de un 2.0 de calidad pero sin pasarse de precio. Para no alargarme mucho, ya os adelanto que compré unos Kanto YU4 de los que tengo muy buenas sensaciones pero me faltaba algo, esa ausencia de frecuencias bajas no terminaba de convencerme así que le conecté un subwoofer Yamaha que tenía por casa y del que tenía buenos recuerdos. Error, volví a tener graves pero perdí toda la claridad y nitidez de los medios de los Kanto Yu4. Necesitaba un subwoofer mejor y de cierta calidad. No me importaba tanto la potencia y en su lugar buscaba que llegase a frecuencias bastante bajas.
Me puse a investigar y estuve tentado a comprar productos de marcas como Audioengine, Klipsch, Polk Audio….pero buscaba opiniones de cada una de esas opciones y en todos los hilos de cualquier foro especializado de audio o en Reddit, las conversaciones terminaban ofreciendo el mismo candidato: SVS SB1000.
No conocía la marca, no os voy a engañar así que hice research y en España solo lo vende una tienda (que además es el importador oficial). Era una compra arriesgada porque lo compraba sin probar antes, iba a ser mi primer subwoofer sellado y el precio aunque no es caro para los productos de gama media o alta que hay, es bastante alto para lo que yo estaba acostumbrado hasta la fecha.
Al final me animé tras leer esta frase a un usuario de un foro: «compra una vez, llora una vez». ¿Qué tendría el SB-1000 que en todas partes lo elogiaban tanto? Pues vamos a verlo.
¿Qué necesitas saber?
Unboxing del SVS SB-1000 y primeras impresiones
El altavoz viene muy bien protegido en una doble caja de cartón rígido que, a su vez, cuenta con protección en todas las esquinas de altavoz para que no sufra ningún tipo de daño durante el transporte.
En el interior de la caja solo nos encontramos con el cable de alimentación, unos saquitos para absorber humedad y el manual de inicio rápido.
La instalación es francamente rápida, en cuestión de 2 minutos lo puedes tener funcionando ya que no tiene mucho misterio.
Tengo que decir que el altavoz es muy muy bonito. Me hubiese gustado comprarlo con el acabado blanco brillante para hacer juego con mi setup pero el sobrecoste de 100€ que tiene esta terminación me parecía excesiva y tampoco la tenían en stock así que nada. Aún así tengo que decir que me parece impresionante, especialmente sin la rejilla frontal en la que podemos ver todo el altavoz ocupando prácticamente toda la superficie frontal.
Al ser un subwoofer sellado no tenemos orificio para la salida de aire, lo que permite que la caja de resonancia sea más compacta y sus dimensiones sean más ajustadas así que si tienes problemas de espacio, seguro que este punto te gusta.
En la parte trasera es donde nos encontramos todos los conectores necesarios (entradas y salidas RCA, conexión LFE…), así que una vez conectado el SVS SB-1000 a mis Kanto Yu4, ajusto el crossover a 70hz (los Kanto Yu4 son capaces de llegar hasta los 60hz así que he puesto ese valor como punto de partida) y me dispongo a hacer las primeras escuchas.
Calidad de sonido
Tengo que reconocer que durante los primeros minutos he tenido una sensación extraña porque es un grave que no he tenido nunca. Es difícil explicarlo con palabras pero lo podría definir como «un grave musical».
Como he dicho antes, yo estaba acostumbrado a esos subwoofers con pegada, esos que te hacen vibrar hasta los cuadros que tienes en la pared y que retumban por toda la casa pero el SVS SB-1000 no es de esos, todo lo contrario. Su presencia es notable solo musicalmente hablando y para mi esa es su principal virtud.
No quiero que penséis que el SVS SB-1000 no tiene pegada porque sí la tiene. Hablamos de un altavoz de 12″ y 300W de potencia RMS así que en cuanto subimos un poco el volumen, su membrana comienza a vibrar y se nota. A lo que me refiero es que su grave se funde perfectamente con la música de los Kanto Yu4. No sabes de donde viene el grave porque lo escuchas, sabes que está ahí pero se integra tan bien con los medios y agudos que, para mí, hablamos de un conjunto musicalmente perfecto. Todas las frecuencias van por su camino y ninguna se pisa a la otra, creando una escena sonora amplia y bien definida, exactamente lo que estaba buscando.
Habiendo dejado claro que la integración del SVS SB-1000 con los altavoces es perfecta, me gustaría destacar la musicalidad de su grave. Es tan nítido, preciso y ágil que, de nuevo, no había escuchado nada igual con anterioridad.
Mis anteriores subwoofers se perdían en un constante BOOM BOOM BOOM pero el SVS SB-1000 va por su camino, reproduciendo frecuencias tan profundas que llegan hasta los 24hz con una contundencia pasmosa y todo ello sin pestañear. Aún no he podido buscarle las cosquillas con ningún género musical, ya sea rock, house, instrumental,… creo que solo el volumen puede ponerle en apuros pero teniendo vecinos no quiero llegar hasta sus límites. Ya lo he puesto a volúmenes bastante altos y, como digo, ni se inmuta. Es más, noto que según voy subiendo el volumen, los Kanto Yu4 van mermando su rendimiento mientras que al SVS SB-1000 se le nota que aún tiene un largo recorrido por delante. Es inacabable.
Y otra cosa que me ha gustado mucho y es que al tratarse de un subwoofer sellado, el nivel de vibraciones es prácticamente nulo. Aún así, la propia SVS vende un set de patas que filtran aún más las vibraciones ya que desacoplan el altavoz del suelo, elevan ligeramente la altura del subwoofer y consiguen una reproducción de graves aún más detallada. Son algo caras pero todos los que las han probado están satisfechos con su rendimiento.
En definitiva, estoy realmente contento con el rendimiento del subwoofer SVS SB-1000. Se adapta perfectamente a lo que estaba buscando.
¿Por qué el SVS SB-1000 y no el SVS SB-1000 PRO?
Pues básicamente por presupuesto. Teniendo dudas de si me iba a gustar y viendo que el SVS SB-1000 PRO costaba 250€ más de lo que he pagado por el SVS SB-1000, creo que era correr demasiado riesgo a pesar de que la conectividad con el móvil y la mejor respuesta en frecuencia me tiraban mucho (el SB-1000 PRO llega hasta los 20hz) pero para una escucha a un volumen bajo-medio, creo que mi decisión ha sido acertada.
Si para ti el presupuesto no es problema y le vas a sacar partido a esa personalización que ofrece la app del SVS SB-1000 PRO, no dudes en hacerte con él.
¿Y el PB-1000?
Pues también estaba de oferta pero en todos los foros y webs especializadas en sonido decían que para música era mejor apostar por un subwoofer sellado ya que ofrecen mejor rango de frecuencias, precisión y además el tamaño del altavoz del SB-1000 es de 12″ mientras que en el PB-1000 baja hasta las 10″.
A favor del PB-1000 tenemos una mayor caja de resonancia por la que circula más aire y un conducto por el que sale al exterior. El resultado es una mayor pegada para películas por lo que si lo vas a usar para cine, quizás deberías apostar por este modelo si lo que buscas es disfrutar de explosiones y efectos con mayor presencia y sensación.
Características técnicas
A continuación tenéis detalladas las características técnicas principales del SVS SB-1000:
- Amplificador STA-300D de 300W RMS y 720W de potencia pico.
- 0,5W de consumo en standby
- Driver de 12W
- Respuesta en frecuencia: 24hz a 260hz (+/- 3dB)
- Dimensiones: 36 x 33 x 34 cm
- Peso: 12 Kg
Conclusiones del SVS SB-1000
Me llama mucho la atención que en muchos foros de Estados Unidos y algunos españoles, tilden al SVS SB-1000 de un subwoofer pequeño, recomendado para salas de tamaño pequeño o mediano. Incluso se venden en pack de 2 para que coloques uno en cada esquina.
A ver, yo no os voy a negar que para espacios grandes igual pueda quedarse corto pero si vives en España, seguramente estarás en un piso y seguramente ese piso tenga un aislamiento regular tirando a malo. Creo firmemente que el SVS SB-1000 es perfecto por tamaño y rendimiento para el típico hogar español y si sacas todo su potencial, no creo que tardes mucho tiempo en tener al vecino tocando la puerta de tu casa. Es una realidad.
¿Que hay subwoofers más grandes y potentes dentro de la familia SVS? Sí, y deben ser brutales pero salvo que vivas en una casa aislada sin vecinos alrededor, no creo que vayas a sacarles partido.
Dejando a un lado este consejo que al final cada uno en su casa hace lo que quiere, solo tengo buenas palabras para el SVS SB-1000. Puede que no sea un experto audiófilo ni os haya hecho un análisis técnico con gráficas midiendo la respuesta en frecuencia del altavoz…pero me baso en mi experiencia y sensaciones y no tengo la menor duda de que he hecho una compra magnífica.
Si lo que quieres es dotar a tus canciones de una presencia de graves contundentes y precisos sin ensombrecer el resto de frecuencias medias y altas, el SVS SB-1000 es tu subwoofer. Espero que este análisis y review con mi opinión personal te ayude a tomar la decisión.
Ingeniero de Telecomunicaciones y probador incansable de productos, trato de descubrir lo bueno y lo malo de cada cosa que pruebo. Los textos que encontrarás en esta web han sido escritos por muchas personas contando su experiencia con el producto en cuestión, la web no se responsabiliza de la exactitud, lo actualizado que está su contenido y las opiniones vertidas en los textos.