Blemil
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Leche infantil
Cuando me quedé embarazada de mi hija, pensé que le daría el pecho al menos unos meses, hasta la baja maternal, de hecho compramos un sacaleches y todo, pero cuando dí a luz todo cambió.
Yo había tenido problemas con la tensión arterial durante el embarazo, requiriendo incluso tratamiento durante los últimos meses. Al final decidieron adelantarme el parto (pero eso es otra historia), y después se me quedó la tensión descompensada.
También sufrí depresión postparto, que por otro lado veo normal, pues entre los dolores de ciática y los puntos, que no te puedes ni mover ni sentar, ¿quién es capaz de no deprimirse?.
El caso es que no me subía la leche. Me dijeron que tenía que intentarlo con el sacaleches, pero yo no tenía ánimos y me ponía muy nerviosa. Además mi hija acostumbrada a la comodidad de la tetina del biberón, no quería el pecho, se ponía a llorar y no había manera, lo cual empeoraba mi estado de nervios y vuelta a empezar.
Así que la ginecóloga me comentó que no era bueno ese estrés para mi salud y mi tensión arterial, así que opté por la lactancia artificial.
La elección de dar biberón o dar el pecho, es personal, y la que lo haga lo ha de hacer con todos los pros y los contra, eso está claro para todas, pero si os decantáis por esta opción la del biberón, que mejor que proporcionales lo más parecido a una leche materna, fijaros que digo PARECIDO, porque una cosa está clara, y creo que sobra el decirlo, pero me voy a atrever a hacerlo, como la leche materna desde luego no hay nada inventado ni se inventará jamás, en vuestras manos está el decidir una cosa u otra.
Lo que siempre he tenido claro, desde mi embarazo, fue lo siguiente, me hice varias preguntas antes de meter la pata:
Si le das el pecho, estás dispuesta a aguantar lo que ellos conlleva, despertares cada dos horas del bebé, lloros, gritas en los pechos, dolores, renunciar a unos de mis vicios que sinceramente me cuesta, que es el tabaco, renunciar a según qué comidas, etc…
Pues NO, lo siento NO estoy dispuesta, llamadme egoísta, llamadme lo que queráis, pero la satisfacción de ver a su padre preparando un biberón, la satisfacción de ver que mi hija se ha criado bien y se encuentra genial, la satisfacción de ver a su padre participar en la crianza de su hija, de verle preparando biberones y sabiendo perfectamente qué cantidades de leche y de agua se han de utilizar, la satisfacción de poder decir » el primer biberón después de nacer, se lo dio su padre» ( fue por cesárea, explico, el primer día como todas sabéis no te dejan ni moverte de la cama, y aunque te dejaran tampoco podrías ), bueno en conclusión todas estas satisfacciones son las que me han hecho reafirmarme en mi decisión, para las que empecéis en esto de la MATERNIDAD, toda una aventura por supuesto…. veréis que hay muchos tabús, uno de ellos por desgracia hoy en día es éste, sino probad y decid en la calle que le dáis biberón, la siguiente pregunta es, y eso? Que por que una es educada, pero era para decirle eso es un biberón, y que pasa? Somos tan intolerantes como para no comprender que la libertad individual existe? Somos tan intolerantes de pensar que los niños no se crían bien?
Avancemos un poco más, no nos quedemos en los inicios, no quitemos importancia a la lactancia maternal, ni los beneficios, ni todo lo que queráis, pero dejad un poquito de espacio a las madres que como yo pensamos que dar el biberón supone muchas cosas, la participación de tu pareja, por ejemplo, o simplemente que todas frente a la maternidad no nos mostramos igual, un poquito de espacio por favor.